Sólo en Buenos Aires puede suceder que en un teatro pequeño
de un barrio periférico al circuito grande, den una comedia donde se ve que la
pasan bien tanto los actores como el público. Y revuela un aire de felicidad
absoluta, por fuera de lo que es el arte en sí. Y uno se siente feliz. Porque
en esa hora de duración, todas son sonrisas. La de los protagonistas, que hacen
lo que aman y las de los espectadores, que se divierten y consiguen lo que van
a buscar: distracción y pasar un momento ameno y simpático.
El patio de la casa de Carlota tiene vida propia. Claro, su
anfitriona hace todo lo posible para que todos se sientan contenidos y cómodos.
Una especie de conventillo, donde todas las personas más grotescas del
imaginario barrial, caen en gracia. La vecina judía, la mujer de mala vida, la
joven de dudosa y fácil economía, la atractiva adolescente, el chico futbolero,
el padre burrero, la nuera embarazada con su marido de poca inteligencia, un
semental destapador de cañerías todo poderoso y una directora de escuela, más
otros personajes extraños.
Escrita por Edith Laura Allan y dirigida por Rubén Hernández
Miranda, la obra entretiene y en su homogéneo elenco, reside la clave de todo. Cada
uno por su parte, lleva la obra para el mismo lado, capitaneado todo por el
histriónico Juan Carlos Muñoz, la misma Carlota. Otros puntos fuertes, son
Gabriela Manildo (La Elizabeth) y la bella Evelyn Alfonso (La Jeniffer),
quienes sostienen todo con sus actuaciones y caracterizaciones.
“El patio de Carlota” es una comedia de pasillos (cambiamos
el término de puertas), al estilo “Esperando la carroza”; donde desde el grotesco,
las historias más inverosímiles surgen de la vida privada de nuestra heroína
Carlota. Un correcto vestuario y una iluminación acorde, hacen que todo quede
en forma precisa. Nos reímos y es suficiente. Para aplaudirlos de pie.
Por Mariano Casas Di
Nardo
Muchas gracias Mariano! de todo corazón (Julian, el camionero destapador)
ResponderEliminarBuenísimo el comentario! Y buenísima la obra, las actuaciones y la dirección. Totalmente de acuerdo con Mariano Casas Di Nardo : "Para aplaudirlos de pie"
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ResponderEliminarNo es que eliminé el comentario, es que por error lo publiqué tres veces!
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