domingo, 5 de marzo de 2017

"Luz Cenicienta"

La obra de Ana Belén Beas es la combinación perfecta entre el teatro comercial, ese que vive de la televisión y de las caras famosas que traccionan al público, con ese teatro de culto y casi artesanal que promueven los talentosos Pablo Sultani, Diego Hodara, Julián Pucheta y Sabrina Artaza. Este último grupo de artistas, está en condiciones de llevar cualquier obra a la cima. Y "Luz Cenicienta" no es la excepción.

Versión moderna del clásico animado de Disney, “La Cenicienta”; la obra es un soberbio musical para toda la familia. Y aquí se vuelve a unir, el teatro infantil con algunas licencias adultas; con el teatro para grandes, ese que siempre se destaca por su grandilocuencia. En la platea, fácilmente puede divisarse chicos maravillados con lo visto y adultos disfrutando de eso que fueron a ver. La platea heterogena en edades y gustos, disfruta por igual.

Como no podía ser de otra manera, Moria Casán es la madrastra de Lucía, nuevo nombre de Cenicienta. Sus hijas son las corrosivas Gladys Florimonte y Divina Gloria (aunque en este caso, vimos la obra por su reemplazo natural Mariela Passeri). Del otro lado del mal, Maximiliano Guerra como el príncipe Manuel y en el medio, salpicada por el rencor, pero iluminada por su futuro auspicioso, Lucía, interpretada de manera correcta por Ana Belén Beas, actriz española que promueve este intercambio entre ambos países, ya que la obra es una coproducción entre España y Argentina.

Muchos son los factores a destacar, entre vestuario, escenografía e idea. Una Cenicienta moderna, sin los protocolos de los años en que se escribió, y mixturado con la parafernalia “Stravaganza” y “Show Match”. Cada cuadro de baile, es para enmarcar. Si Moria Casán cumple con las expectativas, Maximiliano Guerra queda en deuda, con menos dosis de su esperado clásico y un exigido flamenco que lo apaga. Toda la historia es hablada en ese español que resaltan las palabras “venga tío”, “niñato”, “cojones” y “la leche” (como algo positivo). Los momentos de peleas entre las hermanastras Olvido y Soledad, son pasajes divertidos que hacen explotar las risas de los más chicos. Gladys Florimonte hace de ella y cumple. Y Mariela Passeri hace de contrapeso ideal para sus chillonas andadas.

“Luz Cenicienta” es una obra ideal para introducir a los más pequeños en el teatro musical adulto. Una obra que toma del infantil, aspectos para cautivar a todos. Una superproducción que no hace más que embellecer y orgullecer a nuestra teatral Avenida Corrientes.

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo





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