Una vez
más, el grupo Rueda Mágica vuelve a sorprender a grandes y chicos con sus
adaptaciones del inmenso imperio Disney, al pequeño escenario del teatro
Terrazas del Paseo la Plaza. Y cuando uno cree que los caminos se le cortan, su
director Leandro Montgomery pasa otro desafío y nos trae la inmensidad del mar
a la mismísima Avenida Corrientes. Su fiel ladera, la actriz Bárbara Lloves Millán, es el
otro pilar de este grupo que alegra en cada versión teatral. Ella hace de
Ariel, la inquieta sirenita y todos seguimos el surco que deja su andar, para
disfrutar del mejor teatro infantil.
La obra
cuenta dos historias conjuntas que se entrelazan por la curiosidad de nuestra
heroína Ariel. La vida oceánica de Tritón y su reino; y la historia de nuestro
príncipe Eric (Omar Morón) que con la ayuda de su amigo Sarte (Federico Araujo),
se va a rumbear los siete mares. La cuestión toma fuerza, cuando la embarcación
de nuestro protagonista se hunde por una fuerte tormenta y ella lo salva de
morir ahogado. A pedido de los más chiquitos, le canta una canción y así, el
príncipe revive, ya enamorado de su dulce voz.
Como en
todas las películas de Disney, el drama es tripartito; y frente a los
enamorados, emerge la figura del villano. En esta ocasión, una impecable
actuación de Julieta Cardinali, quien en la maldad de Úrsula, una pulpo negra,
grande y no muy simpática, genera el caos. Le quita la voz a Ariel luego de un
pacto mágico, e intenta enamorar a Eric.
“Sirenita,
una aventura bajo el mar” es otra gran realización de Leandro Montgomery, con una
excelente banda de sonido de Yair Hilal, que siempre le pone intención y fuego a las letras de Bárbara Lloves Millán. La
canción de Úrsula con la exacta actuación de su protagonista, es lo más
hipnótico de la obra. Sus partenaires, las anguilas marinas Flotsam y Jetsam,
creación de los titiriteros Facundo Zalazar y Emiliano Ramos, es otro gran logro de su director.
Una entretenida
obra de teatro para los chicos que disfrutan de sentir la magia Disney en vivo.
El impecable y colorido vestuario, las animadas coreografías (de Mauricio Vila) y la
simpatía de sus protagonistas con los más pequeños, ya sea en la previa,
durante la obra y en el cierre con foto incluida; son la clave para que los más
pequeños disfruten a pleno del teatro de este artesanal grupo de artistas.
Por
Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo
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