“Si magia
quiere usted” parecería ser la primera obra de teatro infantil que se realizó
en la historia. La génesis de todo. La pieza de la cual se abrieron todos los
caminos que llevaron a los artistas a divertir a los niños sobre un escenario a
lo largo del tiempo. Porque su autora y directora Belén López Marco, presenta
un salpicado de todo, en exclusivas y artesanales dosis. Un poco de baile, un
poco de falsa interacción con el público, un poco de música en vivo, un poco de
mimo y mucho de actuación. Arte puro a disposición de una pequeña historia para
chicos.
Lola Madini (Belén López Marco) es una chica que
quiere brindarles a sus vecinos una fiesta para celebrar la independencia de su
barrio. El problema surge cuando la llama la que haría la música del show para
cancelarle. Entonces ella recurre a un volante que tenía de “una música que
hacía música para eventos". Al llegar, esta “música” llamada Clara
Baguala (Bárbara Camacho) pierde su cancionero y todo
comienza cuando lo intentan encontrar. Dos actrices en escena que a puro
histrionismo achican aun más la sala del teatro La Pausa. Se agigantan, porque
saben lo que hacen y lo hacen a la perfección, dando en cada gesto, una clase
de actuación. Sus cuerpos en función de mostrar sensaciones. Es que todo en ellas es
un gag, un chiste, una mueca. Una, Bárbara Camacho, siempre en un segundo plano
–como tímida a la historia–; y otra, Belén López Marco, exponiéndolo todo. Con
seguridad, estemos ante una de las actrices más expresivas del teatro
independiente. Su sonrisa lo dice todo. Los chicos no lo ven directamente,
pero lo perciben. Y los grandes nos dan cuenta. Detrás de esa historia que
progresa sin cambios bruscos, hay muchos años de estudio, talento y esfuerzo.
Una dirección acertada y un libro preciso, aunque difícil.
Las voces en
off de Norma Aleandro y Mariela Passeri pasan desapercibidas, porque es tanto
lo que ofrecen sus dos protagonistas, que hasta perdemos registro del pequeño
escenario, aunque sí del estético vestuario.
“Si magia
usted quiere” es una caricia teatral de apenas cuarenta y largos minutos. De
aura infantil, pero para que los grandes también disfruten. Un regreso a esa
niñez sana, que se nutría de canciones suaves, risas, sonrisas y gestos atolondrados
pero inocentes. Un acierto absoluto de su creadora y protagonista Belén López
Marco, que traza así un nuevo piso de nivel, del cual ya no podrá bajar. Recomendado
para chicos con bagaje teatral y para padres apasionados de las tablas.
Por Mariano
Casas Di Nardo
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