lunes, 30 de marzo de 2015

"Princesas zombies"


Un renovado y cálido aplauso para el dramaturgo y director Leandro Montgomery, quien sabe qué ofrecerle a los más chicos y divertirlos por demás. Y aunque parezca simple, lleva consigo una gran complejidad. Sobre todo porque los más chicos no tiene filtros. Si les gusta, están atentos; si no les gusta, comienzan a aburrirse y a molestar. Con “Princesas zombies”, no solo entretiene sino que logra que toda la platea infantil quiera ser parte de la obra. Mientras Blancanieves, Rapunzel y Cenicienta hacen de las suyas, ellos anticipan el guión, advierten y comentan con los protagonistas. Sin duda, un acierto esta versión “terrorífica” de las heroínas de Disney.
                        
Si bien el espacio del teatro “Terraza Teatro Bar” del complejo La Plaza es diminuto, el minimalismo escénico con el que cuenta su director, sirve para lograr su cometido. Todos los espectadores desde el inicio ya entramos en la obra, por lo que metros más o metros menos, no hacen a la cuestión. La obra es ágil, veloz y si hubiese que medirla en rating, el minuto a minuto resultaría positivo.

La trama inicia con Blancanieves, Rapunzel y Cenicienta convertidas en zombies por el malvado Dr. Epidémicus (Ariel Blanco). Su objetivo es convertir a todo el mundo en zombie, para él poder dominarlo, ya que es el único que conserva la pócima para revertir sus efectos. El problema surge cuando aparece Elsa (la princesa que congela todo en “Frozen”), quien aún no cayó en sus garras. Y allí comienza a sucederse un sinfín de idas y vueltas.

Logrado vestuario (punto para Bárbara Lloves Millán), un mínimo de iluminación pero compleja e hipnotizante música original de Yair Hilal, para demostrar la deformidad que destilan las princesas en su lento y patético caminar.

En plena época donde el terror llegó a los consumidores más pequeños, con ídolo como “Plants Vs. Zombies” y “Monster High”, esta versión Clase B de Disney, es un completo éxito. Para ir con los más pequeños y divertirse en familia. Al final de la obra, como ya es un clásico de nuestra cartelera infantil, los protagonistas esperan para la foto de protocolo, que luego será facebookeada, twiteada o publicada en Instagram. Cultura 4G.

Por Mariano Casas Di Nardo

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