Lo difícil de escribir un comentario sobre una obra del
nivel de “Clac! ...” es no caer en
el halago fácil. Porque simplemente es maravillosa. Actuaciones soberbias, una
puesta en escena impecable, un vestuario exacto y un libro aunque no infantil, que
acompaña a los chicos en las risas y en la diversión. No sabemos muy bien si el
límite que clasifica al teatro infantil está excedido, pero si durante el
mientras tanto, todos disfrutan, padres e hijos, es suficiente. “Una obra para
toda la familia”, sería la definición más correcta.
La historia cuenta la evolución del cine. Desde sus
comienzos con los cortometrajes silentes, pasando por la transición hacia el
sonido y del formato blanco y negro al color, hasta el 3D. Mientras los gags y
las técnicas del clown apuntan directo a la sensibilidad de los más chicos, los
guiños que delatan a la diva y al galán, acercan a los más grandes a películas
que contaron la misma temática como la reciente “The Artist” y más atrás en el
tiempo, “Cantando bajo la lluvia” y “Sunset Boulevard”.
Artísticamente sofisticada en su concepción, y por sobre el
nivel que se le exige a una obra para la familia, “Clac! …” toma vuelo propio por una estética cuidada y lujosa. Cada
cuadro podría ser una fotografía sacada
por el mismo Alfred Eisenstaedt. Y aquí juega un papel preponderante su
diseñadora Azul Borenstein, quien junto a la directora general Cecilia
Miserere, hacen que todo brille.
Otro de los pilares que aseguran la excelencia de “Clac!” son sus actuaciones. Cada uno,
en mayor o menor medida y protagonismo, hacen que la energía circule con
fluidez. Sebastián Códega como Oscar, el director de la película; Virginia
Kauffman como Bette, la diva del film y Giancarlo Scrocco como Fetiche, su
héroe, le ponen glamour a una película que sufre los avances de la tecnología.
Y mención aparte para Martín Palladino como Animé, el asistente, sonidista y
claquetista, entre otros oficios, que es quien asume todo el protagonismo y por
ende da el espacio para que los demás hagan su juego. Su presencia escénica
descomprime y agiganta todo, el espacio, la idea, el tiempo y la gracia.
“Clac! Una obra de
película” es cine en el teatro. Pensado, diagramado y construido por
artistas que se toman en serio el teatro, que prefieren la calidad a la cantidad
y que no subestiman a un público no tan selectivo cuando se trata de ir con los
hijos a un show. Y se agradece, siempre se le agradece a quien pone todo su
talento al servicio de la recreación.
Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo
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