miércoles, 27 de junio de 2012

La Pipetuá... “A la obra!”.


La compañía de circo La Pipetuá ilusiona con su nuevo espectáculo A la obra!, una muestra de circo, mimo y clown, donde sus cuatro protagonistas, periplos mediante, tienen la idea de construir su propia casa. La cuestión es que no son obreros, menos arquitectos, sino payasos. Y a partir de ahí, el objetivo primero será difícil de cumplir, aunque la diversión y el entretenimiento estarán asegurados.

 Con la dirección del genial Osqui Guzmán, estos cuatro histriónicos personajes, tienen muy bien definido qué hacer y qué no hacer para divertir a un público, bastante heterogéneo de género y edad, pero que ríen y aplauden siempre al unísono. Sus gags son precisos y hasta por momentos de relojería suiza y siempre, concluyen con la explosión festiva de los espectadores. Ninguna pieza está librada al azar y eso, entre tanto teatro espontáneo e improvisado, se agradece. La idea de no subestimar nunca a un niño, ya de por sí, es para destacar.

Como ya se mencionó, ellos son cuatro. Varreto tiene miedo a todo, Vittorio es el más fuerte pero llora de emoción, Wilbur es dormilón y sueña con la música y Marito Marcote le gusta mandar a todos. Algo en ellos es evidente y es la inutilidad que tienen encima. Destrezas más que suficientes como para construir en aproximadamente una hora, un show acertado y entretenidos para los no tan chicos. La performance de los cuerpos iluminados con la técnica del teatro negro, sin dudas es lo más innovador y logrado de la obra.

De la casa nunca vemos ni un esbozo, pero de risas, aplausos, coreografías bailadas y torpezas en su justa medida, un montón, para hacer de La Pipetuá y su show A la obra!, una interesante propuesta para los más chicos en estas vacaciones de invierno.

Por Mariano Casas Di Nardo

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