lunes, 23 de agosto de 2010

Yo amo a mi maestra normal.

Ver un unipersonal de Juan Pablo Geretto, puede compararse a Roger Federer cuando juega al tenis o a Messi cuando juega al futbol. Porque los tres hacen simple lo difícil. Lo banalizan hasta creer que uno lo puede hacer, incluso, mejor. Sin dudas una característica de los virtuosos, en este caso, Juan lleva con naturalidad una hora y cuarto de una obra que se desarrolla entre la melancolía, el recuerdo y la ironía. Siempre en el marco del humor, claro está.

Yo amo a mi maestra normal es el tercer unipersonal de este efervescente actor, que cimentó sus bases para triunfar en la calle Corrientes con recursos propios como el histrionismo, un exacto manejo de la comicidad y tacto para no abarrotar ninguno de sus guiños de lugares comunes. Medidas justas, con silencios y discursos a medio terminar, para lograr un todo contundente y ágil, y sobre todo, gracioso.

La obra nace cuando una maestra da inicio al acto escolar por la inauguración del patio techado. Es ahí que esta maestra, tan altanera como chabacana da rienda a un monólogo milimétricamente hilvanado donde, dirigiéndose a sus pares, padres y alumnos imaginarios, repasa todo lo que acontece en un instituto educativo. Y sin perder el romanticismo, hurga en el arcón de los recuerdos para sacar a relucir joyas olvidadas que construyeron la infancia de los treinta y cuarentañeros de hoy.


Una acertada idea, con un impecable libro y una inmejorable interpretación, para una original y lograda obra de teatro. Aplaudamos de pié a este intrépido artista que hace de la verborragia, un estilo teatral.

Por Mariano Casas Di Nardo.

1 comentario:

  1. HOLA ALGUNO ME PUEDE DECIR SI HAY BENEFICIOS PARA DOCENTES O SEA DESCUENTOSSSSSSSS
    GRACIASSSSS

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