viernes, 11 de julio de 2014

"¿Quién es el Sr. Schmitt?"



Una de las cuestiones que juegan a favor del teatro comercial, por catalogarlo de alguna forma, es que el público entra en sintonía con sus actores de inmediato. Y así se evita desilusiones inesperadas que entorpecen el correcto progresar de la trama. Como el amor a primera vista que genera que todo lo que siga, sea de estadios superiores. Por el contrario, si uno no simpatiza con sus protagonistas, ni siquiera compra la entrada. “¿Quién es el Sr. Schmitt?” se rige bajo esta simple ecuación. De gustarnos Gabriel Goity y Laura Oliva, seguramente disfrutaremos de una comedia dramática como pocas veces.

El texto del francés Sébastien Thiéry trata sobre la identidad, la locura, la monotonía, los aires de grandeza y la rigidez familiar. Temas contundentes que bajo la dirección de Javier Daulte, toman una amplificación desmedida con tintes de comedia, aunque a contraluz sintamos el drama que se entreteje. Y tan sutil es la línea que separa al gag visual del apocalipsis, que el final nos derrumbará todo lo que intentamos construir con sus indicios.

Fiel a sus recursos escénicos, Daulte sigue construyendo espacios inmensos con mínimos elementos, manejando distancias entre sus actores que denotan tanto la indiferencia como la complicidad. Todo un marco que aprovechan Gabriel Goity, Laura Oliva y Carlos Defeo, para con pocos movimientos y exactos gestos, destacarse en cada incursión. Los otros puntos fuertes de la obra, son inherentes a un texto que nos lleva por todos los caminos de nuestra historia.

Con estética de comedia desopilante, “¿Quién es el Sr. Schmitt?” se convierte en una atractiva propuesta para los que disfrutan del teatro que nos hace trabajar la mente. Que nos obliga a suponer, a inferir y posteriormente a debatir. Para ir en compañía.

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo

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