Si en las matemáticas, el orden de los factores no altera el
producto, en esta obra, se produce todo lo contrario. Porque el efecto dominó
hace que todo sea preciso. Si Ethan Kane fuese un perdedor, jamás de los
jamases podría llegar a conquistar a la excesivamente bella Olivia Lake, como
si ella fuese una escritora consagrada, sus custodios evitarían que cualquier jovencito
indomable, se le acercara a cien metros a la redonda. Pero se da todo lo contrario
y así llegan a encontrarse. En un hotel abandonado no se sabe por qué, un gurú
hace de Cupido tácito y ellos terminan por retroalimentarse.
"Sexo con extraños"
es simplemente brillante porque están los que tienen que estar. Con otros
protagonistas, no estaríamos seguros del mismo resultado. Guillermina Valdés
rompe esa burbuja que la separó del mundo terrenal y se muestra tal cual es; y
Gastón Soffritti confirma el axioma que hoy a los veintialgo se puede ser
talentoso, emprendedor y exitoso. Claro, Diego Corán Oria ordena todo, pone un
mismo tamiz y los potencia. Para aplaudir y volver a aplaudir.
Ethan Kane (Gastón Soffritti) es un blogger estrella como
los hay tantos en la actualidad, con la diferencia que sabe que lo que hace es una
basura. En las antípodas, se encuentra Olivia Lake (Guillermina Valdés), que se
cree una basura, sabiendo que lo que escribe tiene calidad. Él maneja las redes
sociales y la tecnología a la perfección, ella aún cree en los agentes
literarios y el protocolo editorial. Y con estos dos perfiles, el encuentro se
vuelve inevitable. Dos generaciones que en su primera instancia deben rasparse
para luego sanarse las heridas. La excitación de Ethan es inherente al que sabe
que está por conquistar a la mujer de sus sueños; si la deja pensar, la pierde.
Y la parsimonia de Olivia es un textual de la mujer cansada de que le prometan
el infinito como aduana para conseguir su cuerpo. Él es un torbellino y ella un
alma gris y dormida. Y en ese desequilibrio actoral, reside la clave de todo.
Definitivamente "Sexo
con extraños" moviliza. Guillermina Valdés hipnotiza desde sus movimientos,
belleza y desinterés; Soffritti sorprende porque lleva al máximo nivel de
realidad a la generación de hoy, mientras que Diego Corán Oria confirma que es
uno de los directores jóvenes más talentosos del teatro argentino. Un acierto
la elección del libro y su realización. Ideal para indagar en esta actualidad
que tal vez nos resulte ajena.
Por Mariano Casas Di Nardo
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